El Big data puede ser un aliado ideal para acompañar al sector logístico en estos tiempos vertiginosos, durante el cual además emergieron nuevos modelos de negocios, como los proveedores de última milla, los dark stores (tiendas que solo cumplen la función de almacén y pick-up) o la descentralización de la demanda.

Las fuentes de datos disponibles provienen tanto de la actividad histórica de la flota de vehículos como de las transacciones con los clientes, los sistemas de fabricación y operaciones de las mercaderías a trasladar.

Mantenimiento preventivo con Big Data

También los sensores ubicados en los mismos móviles, en las instalaciones de manufactura o en los almacenes que estuvieran automatizados juegan un rol clave para que las paradas no programadas comiencen a formar parte del pasado: una realidad que se extiende a lo largo de toda la cadena logística. El mantenimiento preventivo ahorra costos e incrementa tanto la eficiencia como el ciclo de vida de las maquinarias que conforman la infraestructura de la empresa.

 Incluso, puede apelarse a fuentes de datos no estructurados, como quejas de clientes ante desabastecimiento realizadas a través de las redes sociales o cuestiones meteorológicas que puedan afectar el recorrido.

Rutas óptimas

Las nuevas tecnologías permiten evaluar y reconsiderar la eficiencia de una ruta en tiempo real: un atasco no programado o una protesta callejera emergente pueden ser detectados cuando aún comienzan y sirven como punto de partida para que el sistema redefina el trayecto.

Combinando los datos de los puntos de entrega, los puntos de recepción y los recorridos disponibles, es posible trazar rutas óptimas, con todos los beneficios que eso involucra: una disminución en el gasto de combustible, un mayor aprovechamiento de los vehículos (extendiendo además su ciclo de vida), una baja en la huella de carbono y una menor exposición a accidentes.

Precisión de inventarios

El control de stocks es, por el momento, una de las aplicaciones más utilizadas de big data aplicado a la logística, ya que un monitoreo continuo de cuánta mercadería hay en cada locación puede evitar faltantes o excedentes.

No se trata de un tema menor: muchas industrias, como los grandes supermercados, manejan catálogos con miles de productos. Garantizar el abastecimiento de todos y cada uno de ellos es un desafío de primer nivel.

Incluso, si se combina con herramientas que permitan prever la demanda, como Intelligent Forecasting, la solución de inteligencia artificial de Nubiral que con datos exactos realizará ahorros de inventario, la precisión en tiempo y forma de las entregas podría alcanzar niveles sin precedentes, del mismo modo que la optimización del uso de espacio en almacenes para inventario.

Productos perecederos

Otro aspecto clave es la gestión de productos perecederos, un aspecto clave fundamentalmente en las industrias de la alimentación y de la salud. Con una aplicación correcta de big data y herramientas de inteligencia artificial que combinen la demanda posible con la oferta, la cantidad de artículos desperdiciados por esta razón puede disminuirse a cero.

Las vacunas contra el COVID-19 representaron en ese sentido el desafío extremo para el mundo de la logística: un producto con dos dosis, con fecha de vencimiento, con requerimientos de temperatura para su traslado y con una demanda potencial igual a la cantidad de personas que conforman toda la humanidad. ¿Cuánto vale haber efectuado las inversiones adecuadas para que no se desperdiciara ni una sola dosis?

Gestión de flotas

Desde el punto de vista del mantenimiento de la flota, se abre la posibilidad de dotar a los vehículos de sensores con el objetivo de anticipar desperfectos y, de esa forma, reducir los costos de mantenimiento y de reparaciones, por un lado, y evitar demoras en la entrega porque un auto o un camión debe estar en el taller.

Con una mirada de futuro, big data es también la llave para que las empresas del sector puedan experimentar nuevos modelos de negocios, desarrollar mecanismos de entrega más eficaces y alcanzar nuevos hitos en términos de eficacia en la distribución.

La optimización de los procesos logísticos no tiene beneficios únicamente de negocios: es también un componente clave para la sustentabilidad -cuantos menos vehículos circulando, menos emisión de dióxido de carbono- y, como quedó demostrado en 2020, es además una llave para la continuidad de la entrega de productos aún en tiempos disruptivos.

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