Hace algunos días, un error informático en una plataforma de ciberseguridad provocó una interrupción masiva en un sistema operativo muy utilizado. Esto perjudicó a millones de usuarios en todo el mundo. Se interrumpieron servicios de aerolíneas, bancos, bolsas, medios y compañías, con todo el impacto económico y reputacional que eso implica. La necesidad de revisar la resiliencia y la ciberseguridad de los panoramas de IT volvió al centro del escenario.
Es cierto: diversas fuentes aseguraron que no existe evidencia de que la caída se deba a un ciberataque. Sin embargo, es crucial analizar el impacto que estos eventos pueden tener en diversos sectores y reflexionar sobre las causas que pueden desencadenar episodios de este tipo. De hecho, es el primer paso para prevenirlos.
Cuando ocurren incidentes de esta magnitud, vuelve a ponerse de relevancia la importancia de que las organizaciones cuenten con estrategias de respuesta rápida y robusta. Al mismo tiempo, episodios como estos son un llamado de atención a reforzar sus medidas de seguridad.

Protección y cuidado de la información
Nunca se debe perder de vista que el objetivo principal de la ciberseguridad es la protección y el cuidado de la información. No se trata de un desafío menor: es ni más ni menos que el activo más valioso que tiene una empresa.
Este incidente no fue un caso aislado. Existen ejemplos cotidianos de vulnerabilidades, amenazas informáticas y fallos en los sistemas, que tal vez no tengan la magnitud para convertirse en noticia mundial.
En todos los casos, la falta de disponibilidad de servicios impacta sobre la continuidad de las operaciones empresariales y dificulta o impide el acceso a la información. Las consecuencias económicas negativas son evidentes. Pero, al mismo tiempo, la organización sufre de una caída en su reputación y en la confianza que tiene el mercado sobre ella.
Resiliencia: los planes para el día después
La estrategia de ciberseguridad se combina con los planes de resiliencia.
Esto ocurre porque estos incidentes se pueden prevenir, pero no siempre se pueden evitar. Cuando suceden, es clave gestionar la crisis y tener a disposición planes de respuesta efectivos dentro de una estrategia integral de seguridad.
Pensemos que un episodio de estas características tiene efectos difíciles de medir. Sectores dentro de una organización que vieron afectadas sus actividades o usuarios imposibilitados de acceder a sus sistemas. Habrá que trabajar para recuperar la confianza de clientes, socios y empleados.
Aquí es donde emerge la importancia de los planes de resiliencia. Las empresas deben tener la capacidad de recuperarse no sólo en lo referido a problemas técnicos, sino en especial a la continuidad del negocio. Esto implica poner todos los mecanismos y los programas necesarios en acción para que la organización continúe funcionando normalmente.
Cloud híbrida: una infraestructura resiliente
Uno de los factores clave para prevenir estos incidentes podría ser la adopción de estrategias de nube híbrida. Para esto, las organizaciones deberían considerar la posibilidad de trabajar con dos o más proveedores de servicios cloud.
De esta manera, si se produce un fallo en uno de ellos, la empresa puede seguir operando con el otro. La continuidad del negocio queda garantizada.
Conclusiones
Las estrategias de ciberseguridad y los planes de resiliencia van de la mano y garantizan una gestión de incidentes de extremo a extremo. Arranca por la prevención y termina en una respuesta adecuada cuando, a pesar de todas las previsiones, ocurre algún episodio. Contar con el acompañamiento de un socio tecnológico especializado en este camino puede resultar fundamental para obtener los resultados esperados.
El reciente colapso informático mundial puede utilizarse también como una fuente de aprendizaje. Para las empresas, en la era digital, es esencial contar con estrategias integrales. Esto involucra soluciones tecnológicas distribuidas, planes de recuperación bien definidos y programas de comunicación claros. Es el único para proteger la reputación en el competitivo y desafiante mundo actual.
Pero también, este episodio que fue noticia en todos los rincones del mundo, es un llamado a revisar nuestra relación y dependencia con la tecnología. Es una herramienta poderosa y la llave para desarrollar los negocios del futuro. Al mismo tiempo, como ocurre con cualquier otra herramienta, puede presentar limitaciones que deben ser abordadas cuidadosamente.
No se trata sólo de implementar las últimas innovaciones, sino también de establecer controles que garanticen que su integración y funcionamiento sean seguros y eficientes. Encontrar ese equilibrio entre la evolución tecnológica y la planificación responsable es un verdadero desafío que no puede dejarse de lado.
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