Por Sergio Mastrogiovanni, Head of Data & Innovation.
En 2015, las Naciones Unidas establecieron una serie de objetivos ambiciosos que deben alcanzarse en 2030 y no dejar a nadie atrás es la promesa central de la agenda para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una colección de 17 objetivos globales establecidos por los países miembros de la ONU.
Inteligencia artificial promete ser un gran aliado para cumplirlos, ya que la premisa es optimizar recursos en base a algoritmos estadísticos, y uno de los grandes problemas que tiene el mundo es exactamente la distribución ineficiente de recursos y la forma no sustentable de consumirlos. En los últimos años, la inteligencia artificial y las innovaciones tecnológicas nos han mostrado que podemos tener una mejor calidad de vida, desde un mejor sistema de salud, hasta la posibilidad de reducir muertes por accidentes de tránsito.
Según datos de la Asociación Civil de Luchemos por la vida, en Argentina se produce un choque cada 24 segundos. A pesar de las restricciones de movimiento impulsadas por la pandemia, el 90% de estos accidentes fueron causados por errores humanos tales como distracciones, manejar mientras se utiliza el celular, estado de ebriedad, etc.
La I.A. puede ser una excelente solución para hacer ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles apoyando el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11, ya que ha intensificado sus posibilidades, especialmente desde la aparición de tecnologías como machine learning y las redes neuronales. Estos son modelos computacionales que permiten que las máquinas aprendan de la propia data sin estar programadas específicamente para hacerlo y han evolucionado a partir del conocimiento de la plasticidad del cerebro. Esta tecnología es una herramienta muy poderosa para saber dónde pueden ocurrir los accidentes.
En el pasado, era justo comparar las habilidades de una persona con un bot o con inteligencia artificial. Por ejemplo, un tejedor con un telar mecánico, un escritor humano con una impresora. Hoy no estamos comparando un conductor humano con un coche autónomo porque la I.A. es algo más que eso, ya que tiene la capacidad de interconectar los dispositivos automatizados. Podríamos pensar en una flota de coches autónomos con inteligencia colectiva. La flota de automóviles conectados a Internet puede brindar a las personas servicios de transporte mucho mejores y, en particular, reducir la mortalidad por accidentes de tránsito. Algunas personas pueden argumentar el caso de regular el desarrollo para proteger los trabajos humanos, pero la automatización del transporte y la atención médica puede salvar millones de vidas cada año. Después de todo, lo que necesitamos proteger son los seres humanos, no los trabajos.