El concepto de Industria 4.0 va más allá de conectar sensores o de digitalizar los procesos de fabricación: su objetivo final es optimizar los costos y la productividad para generar productos personalizados y satisfacer de manera perfecta las necesidades de los clientes. Se trata de una iniciativa ambiciosa que se apoya sobre un pilar fundamental: el big data.
El enorme volumen de datos ya está generado: los procesos industriales, los sistemas transaccionales y el creciente número de sensores, producen información sobre múltiples elementos de la manufactura. El gran desafío está en estructurarlos, almacenarlos de forma tal que sean accesibles cada vez que se los necesite, gestionarlos y obtener conocimiento a partir de ellos. Esto permite luego combinarlos con otras tecnologías, como inteligencia artificial, machine learning, internet de las cosas o herramientas analíticas y así obtener el poder necesario para competir y ganar en este nuevo escenario.
Planificación óptima con el big data
Las aplicaciones de big data que benefician a las empresas manufactureras son numerosas. Entre las más comunes destaca la planificación de la producción. Para una compañía, hoy es posible completar sus procesos de fabricación con los mínimos niveles de desperdicio de materia prima y optimizar cada detalle. Esto le permite mejorar los controles de calidad, minimizando los errores humanos y diseñando circuitos óptimos desde el ingreso de la materia prima hasta la salida del artículo terminado.
Cualquier variable con el potencial para afectar el rendimiento será detectada y subsanada a tiempo. En visión escalada, big data es la llave para interconectar los sistemas de producción y obtener una visualización de punta a punta, con el consecuente objetivo de optimizar tiempos y recursos.
Los sensores conectados a internet de las cosas también ganan un rol protagónico cuando se los combina con herramientas de big data. Estos son los que pueden detectar anomalías en el funcionamiento de las maquinarias y habilitar acciones de mantenimiento preventivas, evitando así paradas innecesarias de la producción, o identificar cómo se está utilizando el espacio en los centros de almacenamiento y establecer puntos de optimización.

Gestionando en tiempo y forma
En el área de logística y transporte, big data no solo colabora con el diseño de rutas óptimas, lo que permite disminuir los costos gracias a un menor consumo de combustible y una mejor utilización de los vehículos disponibles, sino que además permite disminuir la huella de carbono y aportar positivamente al medio ambiente.
Soluciones cómo Intelligent Forecasting de Nubiral, que se alimentan de big data, permiten, por su parte, predecir la demanda con altos niveles de precisión. Esto garantiza que el producto siempre esté disponible para el cliente que lo necesita y, al mismo tiempo, optimiza los inventarios, ya que disminuye tanto los riesgos de que haya faltantes como los altos costos de mantener sobrantes.
Una verdadera cadena de valor
Incluso, big data aplicado a las empresas manufactureras permite obtener beneficios fuera de las “paredes” de la fábrica: uno de los pilares del concepto de Industria 4.0 es la colaboración. Esto significa que una organización puede estar perfectamente conectada con sus proveedores y con sus operadores logísticos para que, en caso de necesitar una materia prima específica, los propios sistemas se ocupen de hacer el pedido y garantizar así que las reposiciones lleguen siempre a tiempo.
La industria de la manufactura está ingresando al futuro por la puerta grande: los datos la están volviendo más eficiente, más rentable y, fundamentalmente, más responsable con el planeta.
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