¿Dejaríamos una decisión crucial para nuestras vidas en manos de la IA? Esta misma duda existencial aplica al mundo de los negocios. ¿Pueden los líderes organizacionales considerar la IA como una aliada para la toma de decisiones? La respuesta es “sí, totalmente”. Sin embargo, antes de aventurarse en ese camino, hay que tomar algunos recaudos. Porque así como la IA trae enormes beneficios, también apareja algunos riesgos.
Desde el punto de vista puramente tecnológico, la IA ya ha demostrado con creces su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos e información. A partir del uso de modelos de aprendizaje automático, puede detectar patrones y anomalías en grandes volúmenes de información totalmente invisibles para el ojo humano. Esto le permite generar recomendaciones altamente personalizadas, predecir eventos o anticipar comportamientos.
Al mismo tiempo, como mencionamos, su uso trae implícitos algunos riesgos. Tal vez por eso, según cifras del Foro Económico Mundial, sólo el 7% de las empresas usa la IA para tomar decisiones estratégicas. Esto tiende a cambiar rápidamente. El mismo informe indica que para el 75% de los líderes, la IA es el factor que diferenciará a las empresas de sus competidores.
Beneficios de las decisiones basadas en IA
Las decisiones basadas en IA generan importantes beneficios en las organizaciones. Entre ellos:
– Mayores niveles de velocidad, precisión y objetividad en su capacidad de análisis de datos.
– Identificación de patrones complejos, como relaciones y tendencias que podrían pasar desapercibidos por otros mecanismos de análisis.
– Reducción de costos operativos y mejor gestión del riesgo. Esto último lo logra por su capacidad de diseñar escenarios hipotéticos y evaluar los riesgos asociados a partir del análisis de múltiples variables y factores.
La IA como potenciadora de los seres humanos
El uso de IA es cada vez más común en diversas industrias. Su masificación no debe hacernos perder de vista lo más importante: se trata, sobre todo, de una herramienta que ayuda a capitalizar y maximizar los esfuerzos.
Esto se debe a que una de sus características principales es usar algoritmos para realizar clasificaciones y análisis para la resolución de problemas. Con la madurez de la IA generativa, ahora puede recibir instrucciones y devolver respuestas en lenguaje natural.
Sin embargo, su objetivo no es reemplazar el valor o el conocimiento del ser humano. Por el contrario: con el apoyo de la IA, con el “trabajo en equipo”, las personas potencian sus capacidades y mejoran su desempeño y experiencia. Las estrategias de toma de decisiones basadas en IA deben apoyarse en este principio.
El costo de una mala decisión
La prestigiosa fuente de información sobre negocio y estrategia HBR (Harvard Business Review) estima que una mala toma de decisiones cuesta a las empresas en promedio el 3% de sus ganancias.
Sin embargo, las dificultades no se limitan a lo financiero. Una mala decisión también puede tener implicaciones que impacten en las relaciones con clientes y proveedores. O afectar la reputación de la organización. O generar problemas ambientales o con la comunidad.
Por esto es tan importante contar con un socio tecnológico experto para avanzar en los proyectos de IA. En particular, Nubiral cuenta con un centro de excelencia (CoE) especializado en IA generativa, que permite obtener el máximo beneficio de esta tecnología mientras se minimizan los riesgos.
Pautas para tomar decisiones basadas en IA seguras
En líneas generales, y sin perder de vista que la IA es un desarrollo tecnológico que se encuentra en constante evolución, estos son algunos de los riesgos que las empresas deben contemplar:
– Evitar la filtración de datos personales u otros que puedan comprometer la privacidad de las personas.
– Considerar que ha habido un aumento en los ciberataques o situaciones que puedan comprometer la seguridad informática.
– Tomar en cuenta el sesgo en la información, que ocurre cuando se está expuesto a las mismas ideas, noticias y hechos.
– Invertir en la capacitación y en la especialización del personal. La falta de conocimiento y de experiencia por parte de los equipos puede exponer a la organización durante el uso de la tecnología.
– Evaluar que exista disponibilidad de datos. Si son limitados no se podrán encontrar los patrones ni las relaciones que permitan a los sistemas tomar decisiones precisas.
Conclusiones
Con base en lo anterior, podemos afirmar que los beneficios de la IA como apoyo a la toma de decisiones empresariales superan por mucho los riesgos que presentan.
Y mejor aún, con una adecuada atención y con el apoyo de un socio tecnológico, esos riesgos pueden reducirse a su mínima expresión.
Los temores y las incertidumbres alrededor de las decisiones basadas en IA no deben ser obstáculo para que las empresas obtengan valor de esta tecnología. Esto también es tomar una decisión inteligente.
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