Cada vez más, la inteligencia artificial (IA) es percibida como una aliada de la ciberseguridad. La optimiza y la mejora gracias al autoaprendizaje, la predicción y el análisis de patrones y comportamientos.
Con estas habilidades, aumenta la precisión y respuesta ante escenarios. Pero también posee una contracara: permite a los ciberdelincuentes llevar a cabo ataques más sofisticados y difíciles de detectar. Analicemos, por ejemplo, el caso de la IA y los datos biométricos.
Llamamos biometría al uso de características biológicas únicas (el iris del ojo, las huellas dactilares, nuestro rostro) para la autenticación digital. Hasta ahora, esta tecnología actuaba como una validación segura para proteger la información más personal y sensible. Pero… ¿Durante cuánto tiempo más seguirá siendo un mecanismo efectivo?

Usos no lícitos de la IA con datos biométricos
La utilización de IA en aspectos que involucran datos biométricos y audiovisuales se ha desarrollado mucho en el último tiempo. Esta herramienta permite utilizar sistemas de aprendizaje profundo, lo que le ayuda a desarrollar, por ejemplo, la imitación casi a la perfección de la voz de una persona.
Esto podría utilizarse para ingresar a una reunión online a la que uno no tiene autorización. También, para engañar a un sistema de reconocimientos. A esta altura, es posible citar numerosas charlas en podcast, chatbots, presentadores virtuales e innovaciones que han imitado la voz humana a través de la IA generativa.
Se trata sólo de un ejemplo. Las huellas dactilares, el reconocimiento facial y del iris son otros aspectos que se arriesgan a ser altamente vulnerados. Esto, por supuesto, si no se usan con la responsabilidad necesaria. En resumen: la IA podría utilizarse para analizar, procesar y usar los datos biométricos con un fin no lícito.
Con las huellas dactilares será posible crear falsificaciones o eludir controles de los sistemas de gestión. Con el reconocimiento facial, crear técnicas de generación de imágenes falsas o robar imágenes o patrones del sistema que las alberga para engañar a los sistemas de autenticación.
El reconocimiento de iris continúa siendo uno de los métodos biométricos más seguros y de los más utilizados en aeropuertos o en entidades bancarias. Sus beneficios: su baja tasa de falsos positivos y su efectividad, ya que posee más patrones únicos que lo diferencian de los demás reconocimientos.
IA y datos biométricos: Contramedidas para mayor seguridad
Por supuesto, también es posible aplicar el control y la contramedida a estas potenciales vulnerabilidades con soluciones que incorporen motores de IA.
Es fundamental considerar las interfaces que nuestros sistemas soportarán (en esta caso, la voz). De esta manera, se incorporan los controles necesarios que permitan validar la autenticidad de lo ingresado o se minimizan los riesgos asociados a la probabilidad que pueda ocurrir.
De todas formas, es importante destacar que, aunque la IA generativa puede producir datos que al ojo humano parecen verídicos, existen técnicas que validan que una imagen o contenido no haya sido generado por un modelo de IA.
La importancia de la prevención
La actualización en las nuevas tecnologías de control es esencial. Lo mismo ocurre con la capacidad de estar un paso adelante en la identificación sobre cómo mitigar estas amenazas que puedan afectar nuestra información.
No existen los mecanismos ni las herramientas infalibles, es cierto. Pero complementar las tecnologías actuales con la incorporación y el conocimiento de cómo funcionan los motores de IA será de gran ayuda para su prevención.
Por otra parte, también es clave actualizar las políticas y procedimientos. Es lo que nos permite tener al día nuestra documentación a la hora de definir el alcance de nuestros activos y sus controles.
Conclusiones
En la coyuntura actual, se vuelve crucial robustecer los procesos de desarrollo de soluciones, integrando desde etapas tempranas a la ciberseguridad.
Las organizaciones tienen que estar alertas y en constante actualización para hacer frente a los cambios, que se producen a gran velocidad. Y, si bien cada motor o plataforma de IA contiene sus pautas de seguridad, se debe prestar suma atención a cómo se maneja la información sensible y de qué forma se comparte y se explota para procesarla.
En Nubiral contamos con un área especializada en ciberseguridad que puede ayudarte con todos estos desafíos.
La clave radica en mantener un equilibrio, donde las tecnologías de protección avancen a la par de las amenazas emergentes. Solo de esta manera, y a través de un enfoque integral, se puede asegurar a la IA como una aliada en la protección de nuestros datos más valiosos.
¿Te parece el momento adecuado para reforzar la estrategia de ciberseguridad de tu organización? ¡Nuestros expertos esperan tu contacto! ¡Agenda tu reunión!
Te puede interesar:
Blog • Concientización sobre ciberseguridad: el rol de los usuarios
Blog • Resiliencia y ciberseguridad
Blog • Reforzando la ciberseguridad en telecomunicaciones