La ciencia ficción exploró el tema desde diversos ángulos: los protagonistas de Star Trek apelaban a ella para llegar desde la nave hasta cualquier planeta y los de Harry Potter para acceder a cualquier punto conectado con la “Red Flu”. Hoy la palabra “teletransportación” deja el ámbito de las novelas y las películas y comienza a asomarse en la realidad: se estima, de hecho, que representa el futuro de las comunicaciones.
En los últimos dos años nos acostumbramos a las videollamadas. Fue un cambio sociocultural rotundo: impulsadas por el teletrabajo, la educación virtual y el distanciamiento entre familiares y seres queridos, herramientas como Zoom, Google Meet o Microsoft Teams se convirtieron rápidamente en sucesoras de las “antiguas” comunicaciones por voz.
Una nueva realidad
El avance tecnológico no se detiene y hoy estamos en las puertas del siguiente gran paso evolutivo, que se apoya en un concepto tecnológico que crece a pasos agigantados: la realidad mixta.
Se trata de una combinación de realidad aumentada (AR) y realidad virtual (VR) que permite crear espacios en los que interactúan objetos o individuos reales con elementos virtuales. Esto puede capitalizarse para que una persona pueda participar en un ambiente remoto como si estuviera allí. A través de dispositivos como cascos o anteojos inteligentes, se combina el contenido del mundo real con los elementos virtuales necesarios para generar la sensación de presencia.
Así, una persona ubicada a miles de kilómetros de una sala de reuniones, puede establecer una comunicación y, de inmediato, estar literalmente sentado en una silla junto a los otros participantes en formato de holograma.
El grado de avance
La realidad aumentada está ganando aceptación, aunque aún se encuentra en su fase inicial en términos de adopción general: según datos del portal de estadísticas Statista, en 2021 se vendieron 410.000 anteojos inteligentes. El número de usuarios activos en todo el mundo de aplicaciones móviles que incluye algún tipo de AR -tanto en el segmento corporativo como en el de usuarios finales- se muestra en aumento: la misma fuente detectó que fueron 810 millones en 2021 y que se duplicarán para 2024, hasta llegar a los 1.730 millones.
La realidad virtual, por su parte, tiene una trayectoria más larga y altos niveles de utilización, en particular en el segmento gamer, que representó a nivel global US$1.400 millones de facturación en 2021, contra US$4.800 millones del mercado total. El año pasado se vendieron alrededor del planeta unos 6 millones de cascos de realidad virtual.
¿En qué estadío de avance se encuentra la teletransportación? Según Mark Zuckerberg, CEO de Meta -ex Facebook y dueña de Oculus, la principal fabricante de cascos de realidad virtual, a la que adquirió en 2014-, será una realidad tangible para 2030.
Obstáculos e impulsores
El metaverso, ese mundo potenciado por la realidad virtual en el que cada usuario tiene un personaje (avatar) con el que puede realizar compras, jugar, tomar decisiones o interactuar con otros habitantes del mismo universo virtual y que está potenciándose este mismo año, podría acelerar este proceso.
También el despliegue de 5G, que permite el pasaje de enormes cantidades de datos en tiempo real, sin demoras, latencia ni interrupciones, jugará un rol clave en el desarrollo de la teletransportación: permitirá dar el máximo realismo a estas reuniones de realidad mixta. Habrá que ver qué ritmo toma el despliegue de esta tecnología de telecomunicaciones en Latinoamérica.
De tener éxito, la teletransportación podría generar un nuevo modelo de trabajo híbrido, en el que el usuario incluso podría interactuar con los elementos físicos de su oficina sin necesidad de estar allí.
La tecnología está cambiando la realidad en que vivimos. La teletransportación deja el campo de la ciencia ficción para llevar el trabajo en equipo, la colaboración y las comunicaciones a un nuevo nivel de eficiencia y productividad.