El crecimiento exponencial de las operaciones de comercio electrónico en el último año y medio, el aumento de la competencia en el sector y la aparición de un consumidor más informado, digital y exigente, entre otros factores, aceleraron la necesidad de las empresas de retail de sorprender a los clientes generando experiencias únicas, tanto en las plataformas online como en las tiendas físicas.
Por eso crece a nivel global la adopción en el sector de aplicaciones de realidad aumentada (AR, por augmented reality) y de realidad virtual (VR, por virtual reality): la tecnología al servicio de la generación de impacto.
Recordemos que la realidad virtual crea un entorno 100% digital para que el usuario logre una inmersión absoluta y realista a través del uso de elementos como cascos o anteojos especiales, mientras que la realidad aumentada combina elementos reales y virtuales de forma tal que puedan ser visualizados como un todo en la pantalla de un teléfono móvil o de otro dispositivo.
Pruebas aumentadas
Los primeros casos de uso de realidad aumentada en tiendas minoristas estuvieron relacionados con la posibilidad de “probarse” virtualmente una prenda de vestir, un accesorio, unos anteojos o unos zapatos. Todo esto, con apenas un teléfono celular, desde la propia comodidad del hogar y con la cámara en posición de selfie.
Un dato: la empresa de comercio electrónico Shopify detectó en un estudio reciente que las interacciones que tuvieran una AR vinculada lograban tasas de conversión un 94% más alta que aquellas que no contaban con esta facilidad tecnológica.
Espejos virtuales, looks reales
Las pruebas virtuales no están limitadas a los hogares. Las tiendas físicas también las vienen implementando desde hace un tiempo y la pandemia, que generó protocolos por los cuales muchas empresas prohíben a sus clientes probarse ropa o productos físicamente, reafirmó esta tendencia.
Los espejos virtuales o inteligentes permiten al consumidor probar todos los looks que crea convenientes antes de decidir su compra: talles, colores, combinaciones de prendas… Incluso, se trata de una excelente herramienta para apuntalar ventas cruzadas: si un cliente está interesado en una determinada remera, por ejemplo, que además combina a la perfección con un par de aros, entonces el espejo podrá sugerirle sumar ese accesorio a su carrito.
En el caso de las empresas especializadas en maquillaje, los espejos virtuales representan asimismo un sustancial ahorro de costos, ya que no deben utilizar productos de muestra.
Navegando los almacenes (y las características de los productos)
Fuera de lo que es puntualmente la atención al público, AR es también una herramienta apta para que los empleados puedan navegar los inventarios y reconocer rápidamente todos los productos disponibles, identificar faltantes y hasta solicitar reposiciones en tiempo real.
Con esta misma tecnología, es posible entregar al cliente más información sobre el producto de su interés: con solo apuntar hacia el artículo, puede obtener en su dispositivo datos sobre sus características para enriquecer así la interacción previa a la compra.
El spot perfecto
La AR para experimentar productos no se limita únicamente a la ropa o a los accesorios. Una fábrica de muebles -la reconocida Ikea ya lo está haciendo- tranquilamente puede dar a sus potenciales compradores la posibilidad de elegir un producto, apuntar dentro de su casa con la cámara del teléfono hacia el sitio donde quedaría emplazado, y ver efectivamente en la pantalla cómo quedaría ese espacio con ese sillón o ese armario, por citar apenas dos ejemplos.
Lo anterior es igualmente válido para adornos de cualquier tipo, piezas de arte, sanitarios, electrodomésticos o cualquier otro elemento que pueda sumarse a un hogar.
Las automotrices, por su parte, tienen aquí la posibilidad de previsualizar un vehículo en diferentes colores, con estilos distintos o con accesorios adicionales. Incluso, podrían permitir hacer alguna prueba de manejo virtual para ver qué tan cómodo se siente el automóvil con esas elecciones.
Experiencias sociales, gamification y sostenibilidad
El próximo salto cuantitativo de AR y VR en el mundo retail parece ser el de las experiencias sociales: amigos ubicados en diferentes puntos geográficos que, con sus teléfonos celulares, pueden salir de compras en conjunto. Esto, combinado con técnicas de gamification -es decir, principios propios del mundo de los juegos pero aplicados al universo del marketing y de los negocios- propone una forma verdaderamente revolucionaria de ir de shopping.
Otra aplicación emergente, en particular con VR, consiste en que el cliente pueda escanear un artículo específico y “hacer un viaje” a lo largo de todo el proceso productivo. En una época en que prevalecen los consumidores responsables, esta es una excelente herramienta para que las empresas expongan ante sus consumidores sus estrategias sustentables a lo largo de toda su cadena de valor.
En resumen, el mundo del retail se enfrenta a una nueva realidad. Y, por lo que se ve, es muy excitante y atractiva para los clientes.