Hubo un tiempo, no muy lejano, en que una empresa que quería incorporar nueva tecnología debía invertir en infraestructura, en expertos para implementarla, gestionarla y mantenerla, en licencias de software y en productos alternativos -como firewalls o antivirus- para proteger los datos o garantizar la disponibilidad.
El paradigma conocido como XaaS (everything as a service, todo como un servicio) viaja hacia las antípodas de ese modelo: cualquier función tecnológica se puede transformar en un servicio para consumo empresarial con costos controlados -se paga por uso o a través de un modelo de suscripción flexible, se maneja por autoservicio, no requiere de especialistas, no exige grandes inversiones iniciales-.
No se trata de algo nuevo: desde que la nube comenzó a hacer su camino transformador, aparecieron las propuestas que son hoy las más conocidas. La infraestructura como servicio (IaaS, concentrado mayormente en capacidad de procesamiento), un mercado que alcanzará los US$360.000 millones para 2027 según BusinessWire, las plataformas como servicio (PaaS, para aprovisionar, configurar, correr y gestionar aplicaciones), que llegará a los US$164.000 millones en 2026 de acuerdo a Market & Markets y SaaS (software como servicio), que llegará a los US$374.000 millones en 2026 si consideramos las cifras de The Business Research Company.
Todo lo que cabe en una “X”
Esto es apenas el principio. Fortune Business Insights asegura que el mercado XaaS en su totalidad crecerá en todo el mundo a un ritmo del 28% anual hasta 2028.
Estas son algunas de las propuestas como servicios emergentes:
– Almacenamiento (STaaS, por storage)
– Bases de datos (DBaaS, por database)
– Comunicaciones unificadas (UCaaS, por unified communications)
– Contenedores (CaaS, por containers: espacios donde se empaquetan los códigos de software para que sean ejecutados y leídos en cualquier plataforma)
– Escritorios (DaaS, por desktop)
– Funciones (FaaS, por functions: para empresas que necesitan resultados de una función en particular sin construir ni ejecutar la aplicación completa)
– Herramientas analíticas (AaaS, por analytics)
– Gestión de sistemas (MaaS, por management)
– Recuperación ante desastres (DRaaS, por disaster recovery)
– Redes (Naas, por networking)
Las propuestas son incluso más que las letras disponibles para generar el acrónimo. Es así como ya existen pares de servicios cuyos nombres se superponen: en el caso de AaaS, por ejemplo, además de herramientas analíticas, aplica para la autenticación en el acceso a una aplicación.
Las ventajas del servicio
De nuevo, los principales beneficios del modelo XaaS son los mismos que venimos viendo desde la irrupción de la nube: los gastos de capital se transforman en gastos operativos, desaparecen los proyectos monolíticos imposibles de sostener en el tiempo y se democratiza el acceso a las nuevas tecnologías.
Por otra parte, se simplifican las operaciones, mejora el soporte técnico y se evita la obsolescencia tecnológica: el proveedor del servicio garantiza que siempre tendrá disponible la última versión para uso de sus clientes.
La seguridad inherente a los servicios es otro punto esencial a tener en cuenta, en particular en tiempos en que las amenazas informáticas se aceleran de manera exponencial.
La importancia de la agilidad
Además, en una época de cambios vertiginosos como la que vivimos, aparece tal vez la ventaja principal: la agilidad. Ante una modificación abrupta del mercado, un aumento significativo de la demanda, la oportunidad de lanzar urgente un nuevo producto o servicio, la exigencia de mejorar la experiencia del cliente o la necesidad de aumentar la productividad o bajar los costos, XaaS permite una rápida adaptabilidad y una escalabilidad automática casi sin límites -y sin riesgos-.
El modelo XaaS le quita una enorme mochila a las empresas de todas las industrias, que ya no tienen que ocupar tiempo, dinero y recursos en adquirir, gestionar y mantener tecnología, en especial cuando se trata de un tema distante a su core, y pueden dedicar así todo su esfuerzo en lo más importante: hacer crecer el negocio.