Todo lo que el usuario necesita en un solo lugar. Esa parece ser la premisa inicial de las llamadas “superapps”: un nuevo modelo que combina las características de una aplicación, una plataforma y un ecosistema de miniaplicaciones -con algún elemento en común que las liga- en una única interfaz. Se crean para que los usuarios puedan consolidar servicios, características y funciones de varias aplicaciones móviles. Como uno de sus objetivos de estas superapps es la personalización, el usuario es quien manda: puede agregar y quitar herramientas (que son esas miniaplicaciones) a medida que cambien sus intereses y necesidades.
La consultora de mercado Gartner la considera una de las principales tendencias tecnológicas para 2023 y afirma que se trata de una tecnología emergente, con un amplio margen para continuar mejorando y enriqueciendo sus propuestas. Fuentes de la misma consultora afirman que no se trata de una aplicación móvil compuesta o de un portal web con muchas funcionalidades, sino de una verdadera evolución tecnológica con prestaciones muy por encima de esas opciones.
Además, asegura que el concepto se está ampliando para incluir experiencias empresariales móviles y de escritorio, como plataformas de flujo de trabajo, colaboración y mensajería, y que con el tiempo abarcarán y darán soporte a chatbots, tecnologías que potencian el Internet de las cosas y a experiencias inmersivas como el metaverso.
Simplificar y potenciar la experiencia
El objetivo de las superapps es simplificar y potenciar la experiencia del usuario. Hasta ahora, eran necesarias diferentes apps, incluso para realizar tareas similares o complementarias. Las superapps vienen a eliminar esas barreras: el usuario hace un único download, no necesita aprender ni familiarizarse con múltiples interfaces, coloca sus datos personales una sola vez y conserva un historial de sus transacciones unificado.
En Latinoamérica, por ejemplo, vemos cómo las empresas que habían nacido como delivery de última milla fueron incorporando otras prestaciones como el envío de mensajería, servicios de transporte individual o incluso algunas funcionalidades más complejas e interesantes, como la posibilidad de solicitar favores a la red de contactos. En otros casos, aplicaciones de chat ya permite enviar transferencias de dinero y hasta de adquirir una propiedad.
En algunos casos, el vínculo entre las distintas miniaplicaciones resulta lógico: las herramientas de comunicación instantánea y las de pago entre pares, por ejemplo, están íntimamente relacionadas. Es lógico que dos personas ya conectadas puedan utilizar esa misma vía para enviarse dinero. Del mismo modo, las empresas que ofrecen apps de servicios financieros tienen una amplia facilidad para embeber módulos de compra u ocio. En otras ocasiones, por el contrario, las propuestas resultan creativas e innovadoras.
Entre obstáculos y desafíos
Para las empresas, las superapps es el inicio de un nuevo desafío: pueden detectar oportunidades para crear sus propias propuestas integrales, siempre y cuando estén alineadas con los objetivos del negocio, pero también tienen la posibilidad de analizar el desarrollo de módulos específicos (miniaplicaciones) para integrar a superapps existentes. Los beneficios van desde lograr economías de escala y aprovechar el efecto de red de una mayor base de usuarios hasta mejorar la experiencia tanto de clientes externos como de los propios colaboradores.
Gartner advierte sobre algunos obstáculos que podrían presentarse en el camino. Uno tiene que ver con la creación del ecosistema empresarial subyacente a la superapp, en especial cuando las miniaplicaciones son desarrollos de diferentes organizaciones: la consultora considera que este es un desafío incluso superior a la implementación de la propia tecnología. El otro, que distintos usuarios podrían preferir interactuar de manera diferente con las aplicaciones: el diseño de la superapp es vital e impacta de manera significativa en la adopción y en la retención.
Lo que estamos viendo es más que incipiente: el camino por recorrer es muy amplio pero ya comienza a quedar en evidencia, con los casos que emergen día a día en distintos rincones del mundo, que el usuario adopta con naturalidad las superapps y que se fideliza rápidamente. Es razonable: la experiencia obtenida es más atractiva y se pueden resolver muchas tareas con apenas algunos pocos clics.